Según el Edelman Trust Barometer 2024, el 71% de los latinoamericanos confía más en la comunicación que proviene de experiencias compartidas o recomendaciones que en la publicidad directa. Esta es una señal clara de cómo se construye en la actualidad la confianza.

En un entorno saturado de mensajes, el PR ha evolucionado tanto, que dejó de ser únicamente difusión para convertirse en creación de momentos. Momentos que se sienten reales, que conectan emocionalmente y que generan conversación sin forzarla. Ahí encontramos el verdadero diferencial.

Un estudio de Kantar Media (2023) refuerza esta idea: el 58% de los consumidores en la región valora más las marcas que generan conversación social positiva, especialmente cuando integran causas o valores culturales locales en sus activaciones. Cuando una experiencia conecta con el contexto y la cultura, la conversación ocurre de forma natural.

El PR moderno se mueve al ritmo de las audiencias, de las tendencias y de los valores que las personas comparten. Detrás de cada lanzamiento, evento o colaboración con creadores de contenido hay una intención clara: generar una reacción auténtica, esa que se traduce en inspiración, afinidad y sobre todo, relevancia para la marca.

Es por eso que podemos medir el PR a través de la huella que deja una experiencia bien pensada: cuando lo que sucede en un evento trasciende el momento y se convierte en conversación, contenido y conexión emocional.

Las experiencias de PR con mayor impacto hoy son aquellas que logran traspasar la barrera del evento físico para convertirse en contenido orgánico. Son espacios donde las personas quieren estar, compartir y recomendar. Desde lanzamientos inmersivos hasta colaboraciones con talento local, el éxito está en construir momentos que reflejen los valores de la marca y el corazón de la cultura.

En Goldfish lo vemos todos los días, cuando una experiencia nace desde la empatía, la creatividad y una estrategia clara, fortalece la conversación, la reputación e impacta el negocio. Porque recuerda que el PR que conecta de verdad, se queda siempre en la memoria.