Comienzo con chismecitos.

El primero. Hace un par de años, mi equipo y yo tuvimos la tarea de participar en una licitación, nada diferente a lo que todos, en esta industria, conocemos. 

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Cuando llegó el día de presentarnos, junto a nosotros, estaba sentada la agencia creativa del cliente, allí, ambos equipos contaríamos nuestras propuestas y co-crearíamos a favor de la marca (o eso creímos) y digo creímos, porque cuando se abrió el panel, solo escuchamos de su director creativo decir: “luego hablamos de esos bailecitos” (incluso, cuando no habían “bailecitos” en la propuesta), rudo ¿no?.

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Y el segundo. Entrevistando personas para una vacante que se abrió en mi equipo, tuve la fortuna (porque así lo fue), de charlar con un pelado que nos conocía porque su actual agencia, llevaba algunos proyectos con nosotros, entonces le pregunté: ¿qué piensas de nuestro trabajo como agencia de Influencer Marketing? a lo que él respondió: “está bien, ustedes ejecutan lo que nosotros pensamos” y entonces pensé que tal vez, su respuesta no era propiamente suya, seguramente, solo era una muestra de las cosas que escuchaba dentro de su sistema laboral actual.

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Desde entonces y queriendo negarme a la realidad, de que además de haber tenido que escuchar cosas como: ¿tú escribiste eso? o, mejor deja que ÉL lo presente; ahora trabajaba en un medio que como las mujeres, ha sido subestimado, minimizado y puesto en duda, ignorando el enorme hecho de que la industria no es la misma sin nosotras y sin el Influencer Marketing. Los demás medios, por temor a lo nuevo, se han encargado de sepultar el innegable poder de las conexiones reales, las humanas, las que genera este medio como ningún otro, además, de que saben que frente a las estadísticas, no hay mucho por decir y los  números hablan por sí solos: el engagement rate en Influencer Marketing supera en más de 4,2 puntos a los canales tradicionales, y su ROI alcanza los $5,78 dólares por cada $1 dólar invertido.

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No digo que nada más funcione, porque estaría poniéndome en las posiciones de los dos sujetos que antes les conté, solo, aprovecho mi expertise como directora creativa y mujer, para invitarles a que en lugar de cuestionar la credibilidad, la relevancia y hasta la permanencia del Influencer Marketing y de las mujeres en la industria, aprovechen el impacto que somos capaces de generar, porque somos: IMPOSIBLES DE IGNORAR.

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