México fue el primer país de Latinoamérica en activar TikTok Shop, y no por casualidad. Con más de 35.6 millones de usuarios y un comercio electrónico que ya representa el 15% de las ventas minoristas, el mercado mexicano es terreno fértil para este modelo.
El impacto es tangible: el 54% de los usuarios en México ya ha comprado un producto tras verlo en TikTok. Eso significa que TikTok no solo entretiene, también vende.
Estos datos confirman que TikTok Shop no es una promesa de futuro: ya está transformando el presente del comercio digital.
Un catálogo sin vida no vende. Los que realmente convierten productos en experiencias son los influenciadores.
A través de sus contenidos, logran que los productos dejen de ser simples artículos en una lista y se transformen en recomendaciones auténticas. Un video mostrando cómo se usa un producto en la vida real o una transmisión en vivo respondiendo dudas en tiempo real son suficientes para que la audiencia sienta confianza y tome la decisión de compra.
La clave está en que, dentro de TikTok Shop, la recomendación no se percibe como publicidad tradicional, sino como un consejo genuino de alguien cercano. Esa autenticidad es la que impulsa la intención de compra y convierte a los influenciadores en el verdadero motor de la plataforma.
TikTok Shop está cambiando las reglas del juego en Latinoamérica. Ya no se trata de “estar en TikTok para tener visibilidad”, sino de convertir esa visibilidad en resultados de negocio tangibles.
En Goldfish, como aliados TAP (TikTok Affiliate Partner), ayudamos a las marcas a conectar con los creadores adecuados y diseñar estrategias que convierten interacciones en ventas. Porque si todavía piensas que TikTok Shop es el futuro, es hora de reescribir esa idea, es el presente.