Conversión inmediata: Los usuarios descubren, deciden y adquieren productos sin salir de la red social, eliminando fricciones y pasos innecesarios.
Maximiza tu ROI: Se paga principalmente por los resultados obtenidos, por lo que no hay desperdicio de dinero, midiendo de forma precisa las ventas que trae cada creador.
Nuevo canal de venta: El Social Commerce no reemplaza tu e-commerce ni tu retail físico: lo potencia. Abre un canal de ventas adicional, escalable y siempre activo, dentro de las plataformas donde tu audiencia ya pasa la mayor parte de su tiempo.
Una extensión de la fuerza de ventas: ¿Por qué tener 100 vendedores si puedes tener 1.000 a los que les pagas una comisión solo por cada venta generada?
Genera posicionamiento y awareness: Aunque los creadores ganan principalmente por comisión, estos van a crear muchos contenidos que generarán impresiones, likes, comentarios, etc, lo que le traerá un gran EMV a tu marca y conversiones adicionales, mientras puedes reducir tu inversión en medios tradicionales de awareness.
Automatización de procesos y escalabilidad: Se automatiza, desde la generación de links de creador, pasando por el registro de ventas y comisiones, hasta la visualización de resultados, lo que genera escalabilidad.